Seguidores

domingo, 25 de septiembre de 2011

..El Cine..


Se ven películas por dos razones fundamentales creo: para entretenerse y para comprender. Para entretenerse de un modo total, es decir desconectarse, como cuando dejamos de ser quiénes somos y pasamos a ser parte de la historia que tenemos frente. Para comprender, porque el cine, como todo arte pretende hacerse preguntas y atisbar algunas respuestas, y a veces encuentra, tantas quizás, como personas pueden ver un film.

Comenzó a gustarme el cine por lo primero, y aún actualmente le doy mucho valor al poder del entretenimiento de una película, si me “saca de aquí” cuando lo necesito, por mas tosco, tonto o inútil que parezca la cinta, vale.

Sin embargo, buscando lo primero me di cuenta que lo segundo llega solo y no depende necesariamente de la película, depende más de quien la mire. He visto películas “malas” (películas poco elaboradas o no canónicas) que me han dejado pensando, que me han dado ideas tan poderosas que todavía recuerdo. Vi, por ejemplo, Minority Report hace años y hay una frase de ese film que repito para mí usualmente, sobre todo si me meto en líos. Cuando la vi en el cine – que estaba repleto- los comentarios del resto del público no fueron muy halagüeños, ni entretenida les pareció, por el contrario, a mí, no solo me entretuvo, me pareció una gran cosa, tan solo por esa frase…
Es decir, el cine es como toda afición un misterio, a quienes nos gusta el cine por el cine, es decir no una sola película o un grupo de películas en particular, si no un sistema, una forma de representar la realidad (en imágenes, filmada) creo que no tenemos una explicación exacta de porque nos ocurre esto: esta devoción que nos empuja a ver una y otra vez incontables historias. Como el amor, la cinefilia, como algunos la llaman, quizás no tenga una explicación exacta.


Para mí todo comenzó con la literatura (en realidad: todo comenzó en mi vida con la literatura) buscaba las historias que leía en la vida real y al no encontrarlas, descubrí que en la pantalla, las historias de “mis libros” también se repetían. Para otros quizás el cine le muestre, esa vida que esta fuera de su alcance, como el personaje de una novela de Toni Morrison, la escritora norteamericana, que se metía al cine a soñar con la realidad que no podía alcanzar.

Sin embargo, la cinefilia no es una “negación” de la vida real, se deben (si es que algo se “debe hacer” en esta vida) ver películas para complementarnos la existencia, no para huir de ella.

¿Por qué el cine? es una pregunta con muchas respuestas, y a la vez ninguna, porque esta forma de comuncicación es -además de todo- una obsesión, un capricho -de quien lo mira, de quienes lo hacen- y los caprichos humanos no tienen una explicación precisa, son caprichos, dependientes del sentido del viento interior y personal de cada uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario